La nueva administración estadounidense anunció la noche del miércoles la suspensión de deportaciones por cien días, uno de los primeros cambios notables del gobierno de Joe Biden en temas migratorios.

En un memorandum firmado por el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), David Pekoske, se anuncia que durante 100 días, a partir del 22 de enero de 2021, se detendrán "las deportaciones de ciertos no ciudadanos cuya deportación haya sido ordenada para garantizar que tengamos un sistema de aplicación de la ley de inmigración justo y eficaz centrado en proteger la seguridad nacional, la seguridad fronteriza y la seguridad pública", según un comunicado publicado anoche.

"La pausa permitirá al DHS garantizar que sus recursos se dediquen a responder a los desafíos más urgentes que enfrenta Estados Unidos, incluidos los desafíos operativos inmediatos en la frontera suroeste en medio de la crisis de salud pública mundial más grave en un siglo", señala el comunicado.

El DHS incluye los servicios de Aduanas y Protección Fronteriza, Inmigración y Control de Aduanas y Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos.

El presidente Biden firmó el miércoles una orden ejecutiva que deroga los cambios que hizo Donald Trump en la primera semana de su presidencia en el 2017, para hacer que la aplicación de la ley de inmigración en el país sea mucho más estricta por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la cual puso en riesgo de deportación a decenas de miles de inmigrantes.

El nuevo equipo de la Casa Blanca de Biden declaró que el Departamento de Seguridad Nacional, en asociación con otras agencias; “establecerá políticas civiles de cumplimiento de la ley de inmigración que protejan mejor al pueblo estadounidense y estén en línea con nuestros valores y prioridades”.